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Polly (Sarah Chalke) es una madre soltera que se ha divorciado recientemente. La transición no ha sido fácil para ella, especialmente en esta economía. Así que, como muchos de los jóvenes que viven en esta nueva realidad, ella y su hija, Natalie (Rachel Eggleston), han regresado a casa con sus excéntricos padres, Elaine (Elizabeth Perkins, dos Globos de Oro y nominada al Emmy) y Max (Brad Garrett, tres veces ganador del Emmy). Pero Polly y sus padres ven la vida a través de diferentes lentes generacionales. Polly (a diferencia de cómo se crió) aspira a ser organizada, mientras que Max y Elaine viven con una mayor fluidez, improvisando su estilo de vida. Polly quiere ir despacio con las nuevas relaciones, mientras sus padres la animan a ser más aventurera sexualmente. Jenn (Stephanie Hunt), compañera de trabajo y amiga cercana de Polly, también la anima a saltar de nuevo en el mundo de las citas. Polly tambien entra en conflicto con sus padres con los puntos de vista sobre la crianza de los hijos: Polly quiere ser una madre moderna, involucrarse, pero Max y Elaine son muy relajados, lson mas padres de la década de 1970. Polly cree que los niños deben ser protegidos y tener una estructura y orientación, mientras que Max y Elaine sienten que los niños necesitan libertad para caer y levantarse por ellos mismos. Después de todo, Polly salió bien, ¿cuál es el problema? Dicen que se necesita una aldea para criar a un niño, pero en el caso de Polly, este pueblo está en llamas, y aunque Julian (Jon Dore) su ex-marido tiene buenas intenciones, no exactamente ayuda a extinguir las llamas. Pero tratando de encontrar la manera de vivir con su familia disfuncional, Polly se da cuenta que incluso podría ser capaz de aprender unas cuantas cosas útiles acerca de sí misma.